sábado, 5 de diciembre de 2009

LO MIRES POR DONDE LO MIRES


«Había salido de cuentas, mi barriga estaba tan baja y mis pies tan hinchados, que apenas podía andar, tras esperar un par de horas, decidí acostarme, no me sentía muy bien. Serían las 3:00 de la madrugada cuando él llegó, estaba muy enfadado, había tenido un mal día, y por si eso fuera poco, yo me había acostado, no le había esperado para ponerle la cena. Sin mediar palabra, se acercó hasta la cama y comenzó a darme empujones hasta tirarme al suelo, mientras tanto, no paraba de decirme algunas palabras subidas de tono. A partir de ese día, a los empujones le siguieron golpes y a las palabras subidas de tono insultos. He vivido durante 19 años un infierno, 19 años de miedo…»
« ¿Tú has sentido alguna vez miedo? » me pregunta. La miro a los ojos, unos ojos hundidos y apagados por el sufrimiento, y no soy capaz de decir nada.
«Se siente dolor y angustia, es como si tuvieras un puñal clavado en el pecho, sabes que poco a poco te va a matar, pero no puedes sacarlo. Y te mata ¡claro qué te mata!, descubres que estás muerta cuando te miras al espejo y no te reconoces, piensas que no sirves para nada, que eres una mierda de mujer… Aunque yo tuve suerte».
Dice que tuvo suerte, pero qué clase de suerte, está viva pero encarcelada en el miedo. Cuando sale a la calle, le tiemblan las manos y no deja de mirar hacia atrás, porque tiene que soportar que él esté ahí, observándola a unos metros de distancia, permitiéndose el lujo de hacerse ver, para que ella sea consciente de que está cerca. En esos momentos a ella le invade el miedo, se queda paralizada, pálida y con las manos frías como la nieve, se da la vuelta y se vuelve a casa.
De todo esto hace algunos años, pero por desgracia, el tema del maltrato sigue siendo de actualidad.
Hoy día, hay muchas personas que están implicadas y que luchan contra la violencia de género. Pero aún hay quienes piensan que esta situación puede ser evitada por la propia mujer, que a ellos esto nunca les pasaría porque no consentirían que le pusieran una mano encima. Qué fácil es opinar cuando eres espectador y no protagonista.
Los políticos también se implican, hacen sus discursos en el día contra la violencia de género, y de paso su campaña, mayores condenas, órdenes de alejamiento, protección,… están controlando la situación.
Sin embargo, muchas de las mujeres que estaban bajo protección, forman hoy la lista de fallecidas, sigue habiendo juicios donde las juzgadas son ellas y condenas, que entre unas cosas y otras se ven reducidas a 12 años, incluso a menos, una vida por doce años, qué buen trato.
Sigue habiendo muchas mujeres que viven un infierno, que solamente se acaba cuando mueren o cuando huyen, abandonándolo todo, su familia, sus amigos, su hogar…escondiéndose en algún lugar donde jamás puedan ser encontradas.
Al final, lo mires por donde lo mires, en el caso del maltrato la víctima es la que sufre la condena.